Cuando el hombre cambió el paisaje con la minería mucho antes de lo que imaginas

Cuando hablamos de el cambio del paisaje por la actividad del hombre, nos vienen a la cabeza los últimos siglos con la revolución industrial y sus avances. Pero ¿Y si os digo que entre el 26 y 19 AC. los romanos transformaron totalmente el paisaje para obtener oro? ¿Queréis conocer ese lugar? Poneos ropa y calzado cómodos porque nos vamos a descubrir Las Médulas.

En los escritos de Plinio el Viejo (escritor, naturalista, científico y militar romano que fue administrador de estas minas en su juventud) se indica que se extraían de Las Médulas 20.000 libras, aproximadamente unas 9 toneladas, de oro al año. En este lugar trabajaban 60.000 obreros manumitidos (antiguos esclavos liberados). Estos datos nos dan una idea de la importancia de esta mina a cielo abierto.

Como veis hablamos de una obra de ingeniería descomunal en una época en la que no había máquinas que hicieran el trabajo de romper la montaña para extraer el oro ¿Cómo lo hacían? Debemos pensar que los romanos dominaban el uso del agua, nos han dejado restos de ello, sabían que el agua podía ser muy destructiva y que podían aprovechar esa fuerza para hacer cosas que no podían hacer con la fuerza de hombres y animales. Se les ocurrió la genial idea de canalizar el agua de los riachuelos de la zona hacia la parte alta de la montaña, allí la guardaban en embalses. Después excavaban la montaña con galerías que tuviesen mucha pendiente para que el agua bajase rápido, una vez tenían la montaña con suficientes galerías salían y soltaban el agua del embalse para que entrase por ellas aprovechando el desnivel. Os podéis imaginar el destrozo provocado por esa enorme masa de agua entrando, el resultado era que el agua derrumbaba el monte y arrastraba con ella el oro de su interior. Los romanos sólo tenían que esperar al final del río formado, para ir cogiendo el oro arrastrado.

Como podéis imaginar esta tremenda obra de ingeniería supuso una importante alteración del medio ambiente de la zona y un cambio notable en el paisaje. Esto hace que nos encontremos una zona de arenas rojizas que, con el paso del tiempo, se ha cubierto de vegetación (en su mayor parte castaños y robles, además de arbustos de la zona). Hoy en día ese desastre ecológico romano es patrimonio de la humanidad y uno de los lugares más curiosos que podéis visitar en la península ibérica. Os aseguro que a mí me dejó boquiabierta por su belleza y su historia.

Vista de Las Médulas

Vamos ahora a la parte importante ¿Dónde está este curioso lugar?

Localización de Las Médulas

Las médulas se encuentran en la comarca leonesa del Bierzo, en la frontera con Galicia, a 30 kilómetros de Ponferrada. Cogeremos en Ponferrada la A6 o la N-VI hasta el enlace con la N-120, nos desviaremos a Carucedo. Merece la pena dedicar una escapada para visitarlas, yo lo hice al volver de un viaje a Galicia y me gustó muchísimo.

A la entrada del pueblo de Las Médulas encontraréis un parking bastante amplio, ahí caminaremos un poco hasta llegar al Aula Arqueológica, donde nos explicarán con detalle cómo se creó la mina en la época romana. Si nos adentramos más en el pueblo encontraremos el Centro de Recepción de visitantes, aquí nos informarán sobre las rutas que podemos hacer y todo lo que podemos ver y hacer en la zona. Es importante saber que organizan visitas guiadas para grupos. La información sobre ambos centros la tenéis aquí: https://www.espaciolasmedulas.es/inicio/servicios/

Hay varias rutas para hacer con distinta dificultad, toda la información la podéis encontrar aquí: http://www.derutaporlasmedulas.com/rutas.html

Resultado de imagen de mapa las medulas rutas

La senda de las Valiñas es muy sencilla y merece la pena visitar La Cuevona, una galería de gran altura que os dejará impresionados.

La Cuevona

Seguiremos caminando y viendo cómo emergen picos de tierra roja entre la vegetación

Picos de tierra roja nos saludan en el camin

Podemos salir desde esa ruta hacia el mirador de Orellán, donde tendremos una vista espectacular.

Vista de Las Médulas desde el mirador
Vista de la galería visitable desde el Mirador de Orellán

Ver las paredes de tierra rojiza emerger entre la vegetación es espectacular, nos traslada a otro mundo. Desde este impresionante mirador se puede bajar a una de las galerías excavadas por los romanos que aún queda, la visita merece la pena.

La verdad es que este paisaje da para una escapada rápida o para estar varios días y hacer varias rutas, eso lo dejo a vuestra elección. Lo ideal es ir en primavera-verano por el buen tiempo y el calor, aún así llevad algo de abrigo porque por la noche refresca bastante.

Espero que esta escapada os haya gustado y que os anime a visitar este hermoso paisaje. ¡Nos vemos en futuros viajes con mucha Ciencia!

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