Nuestro destino de hoy se encuentra cerca de Arenas de San Pedro, al sur de la provincia de Ávila. Esta cueva de gran belleza esconde un importante archivo paleoclimático en su interior: sus estalactitas y estalagmitas guardan un registro de cómo fue el clima en épocas pasadas.

A continuación os dejo el mapa con la ubicación de las cuevas, como véis están en la frontera de Castilla y León con Castilla la Mancha. Desde Madrid están a unas dos horas, aproximadamente. El aparcamiento es de tierra y es un terreno algo accidentado, por lo que, si podéis, intentad llevar un coche alto.
Dentro de la cavidad la humedad es elevada, habiendo zonas donde el suelo puede ser algo resbaladizo, por lo que se hace indispensable llevar calzado cómodo pese a que el recorrido está pavimentado y dotado de barandillas. Su visita dura unos cuarenta minutos y recorreremos unos mil metros, merece la pena visitarla con calma y pararnos para deleitarnos con sus bellas formaciones. Os recomiendo comprar la entrada online con antelación, cuesta ocho euros y los menores de cico años entran gratis. Podéis adquirirla aquí: https://cuevasdelaguila.com/visitas/
A lo largo de nuestro paseo por la cueva encontraremos guías, pero se echa de menos una explicación más profunda sobre la formación de la cueva, su geología y las investigaciones científicas que se han llevado a cabo en ella. Esta información la encontraremos a la salida de la cueva, donde hay una zona con carteles explicativos que muestran información muy interesante sobre la gruta y su entorno. Me parece que hubiesen enriquecido mucho la visita si se hubieran situado en la entrada de la cueva, pues ayudaría a entrar conociéndola mejor y poniéndola en contexto.

La Gruta del Águila se encuentra bajo una pequeña colina compuesta de dolomitas concordantes en la parte superior con una serie de metasedimentos del Cámbrico (esquistos con algunos lechos de cuarcita). Estas dolomitas estuvieron afectadas por una intrusión de granito durante la Orogenia Varisca formando un skarn rico en óxidos de hierro. El suelo sobre la cueva es poco profundo, rico en humus formado a partir de materiales con gran cantidad de carbonatos. Esta cueva se formó hace 12 millones de años debido a la circulación de aguas subterráneas realacionadas con el río Arenal y el arroyo de la Avellaneda, que transcurren muy próximos. Este flujo de agua produjo una cavidad formada por dos grandes salas.

Además de encontrarnos en una cueva muy bella de origen kárstico con unas formaciones de estalactitas y estalagmitas muy vistosas, fruto de la precipitación de los carbonatos transportados por el agua filtrada a lo largo de millones de años, y una gran variedad de espeleotemas como por ejemplo ópalo, evansita y pigotita. Esta cueva ha proporcionado información paleoclimática de gran relevancia. Por ejemplo, entre 2009 y 2011 se hizo una monitorización de la temperatura de la cueva para caracterizar las dinámicas térmicas en el aire del interior de la cavidad. Este estudio reveló una correlación entre la vegetación que existía sobre la superficie de la cueva y los cámbios térmicos en su interior en las últimas décadas, lo que es interesante a la hora de realizar reconstrucciones paleoclimáticas.
¿Cómo podemos obtener información paleoclimática en el interior de una cueva? La clave la tenemos en sus espeleotemas, formadas por los compuestos disueltos en el agua filtrada que se van depositando creando las estalactitas, estalagmitas, coladas, columnas y todas esas formas curiosas que tanto nos gustan de las cavidades kársticas. La cantidad de minerales disueltos, su forma y color dependen de factores como la cantidad de agua filtrada, la temperatura y la humedad del interior de la cueva, el clima en el exterior, las corrientes de aire, la cantidad de precipitación anual y la cubierta vegetal de su superficie. Todos estos factores permiten la realización de estudios paleoclimáticos en este tipo de cavidades. Además los espeleotemas pueden ser datados con una gran precisión hasta en periodos anteriores al cuaternario. Su recogida puede recordarnos a la de los testigos de hielo que se obtienen en las regiones polares pero a menor escala, ya que se obtienen pequeños testigos perforando las formaciones de la cueva.

Los datos obtenidos en esta cueva, junto con los restos de glaciares que encontramos en la Sierra de Gredos, han ayudado en las investigaciones sobre el periodo glaciar del Pleistoceno superior. Se han establecido nuevos límites en la extensión de los hielos y se ha obtenido una visión más general del glaciarismo en la zona. Por tanto, estamos ante una bellísima gruta llena de información sobre el pasado.

Esta cavidad cuenta con un sistema de ventilación artificial que, junto con los sistemas de iluminación y la gran cantidad de visitantes que recibe, podría hacernos pensar que pueda estar sufriendo un alto impacto en las condiciones de su interior. En 2010 se elaboró un estudio para determinar si la cueva estaba sufriendo daños debido a la afluencia de visitantes, los resultados indicaron que no es así: encontraron que las variaciones en los niveles de humedad y temperatura producidos por los visitantes se recuperan por la noche y no parece que vayan a provocar daños a largo plazo.

Esta gruta es un LIG, Lugar de Interés Geológico, que puede ser apadrinado. Cuando apadrinas un LIG te comprometes a visitarlo y hacer fotografías que muestren la situación en la que se encuentra. De este modo el IGME está informado su estado y puede tomar acciones si encontramos algún deterioro. Es una iniciativa de ciencia ciudadana totalmente gratuita en la que merece la pena participar. Lo podéis apadrinar aquí: http://info.igme.es/ielig/LIGInfo.aspx?codigo=CI091.
Espero que os haya gustado esta entrada, siento haber tardado tanto en publicar y espero poder volver a mostraros más rincones llenos de belleza y curiosidades científicas.

Bibliografía
Reconstruction of cave air temperature based on surface atmosphere temperature and vegetation changes: Implications for speleothem palaeoclimate records. (2013, 1 mayo). ScienceDirect. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0012821X13001386
Domínguez-Villar, D., Krklec, K., Pelicon, P., Fairchild, I.J., Cheng, H., Edwards, L.R.,
Geochemistry of speleothems affected by aragonite to calcite recrystallization – potential inheritance from the
precursor mineral, Geochimica et Cosmochimica A cta (2016), doi: http://dx.doi.org/10.1016/j.gca.2016.11.040
Dominguez-Villar, D. (2010). The effect of visitors in a touristic cave and the resulting constraints on natural thermal conditions for palaeoclimate studies (Eagle Cave, central Spain) | Acta Carsologica. https://ojs.zrc-sazu.si/carsologica/article/view/78
Real Sociedad Española de Historia Natural. (2008). El glaciarismo Pleistoceno de la Sierra de Béjar (Gredos occidental, Salamanca, España): nuevos datos para precisar su extensión y evolución Pleistocene glaciations in the Sierra de Béjar (western Gredos range, Salamanca, Spain): new data about its maximum extension and glacier evolution – E-Prints Complutense. Universidad Complutense de Madrid. https://eprints.ucm.es/id/eprint/31124/
Excelente publicación, me gustó como se explicó, gracias.
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Muchas gracias por tu comentario, me alegra mucho que te haya gustado
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Me ha encantado la excursión y su explicación, muchas gracias
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Gracias a tí por leerlo, me alegra que te haya gustado
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Magnifica la publicación, lo compartimos con mucho gusto
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Muchas gracias
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Reblogueó esto en http://www.casasgredos.com.
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